La forma más sencillla.

A todos los niños bien educados desde una edad temprana, se les enseña a respetar a las niñas y a las mujeres, a abrirles las puertas, a tener modales, a ceder el paso, a sacar una silla para ella y, sobre todo, a tratarla como a una princesa. Y la mayoría de los hombres, de adultos, siguen estas lecciones hasta que comienzan a salir con una mujer. En las primeras citas el hombre tratará a la mujer educadamente, y casi todas las mujeres lo consideran increíblemente halagador, les encanta, y es a menudo el factor decisivo si ese hombre es digno de más citas. Sin embargo, algo pasa después y la relación se ha convierte en algo simplemente sexual o menos romántica y el cortejo se va apagando. En algunos casos puede durar varios meses o años, pero tarde o temprano, vas a notar como comienza a disminuir a medida que la relación se consolida, y antes de que la mujer se dé cuenta, ella está en una relación en la que se supone que es ella la que debe cocinar, lavar y limpiar la casa.
La caballerosidad muere, y la atracción inicial a menudo disminuye y ciertas dudas comienzan a aparecer, por lo general la mujer, cuestiona el estado de la relación.
Entonces, ¿Por qué pasa tantas veces que una mujer deja de ser cortejada, y no se tienen en cuenta sus necesidades y deseos? se atiende a ...las de él
 ¿De repente ella es cocinera y limpiadora de la casa como vemos en tantas relaciones hoy día, y además ella también trabaja? ¿Qué cambió? ¿A dónde fue esa actitud de caballerosidad? ¿Por qué los hombres no mantienen esa actitud caballeresca como parte de su personalidad?
Al hacerle esperar en el tema del sexo, siempre que la mujer lo considere necesario, ella decide cuándo es posible el sexo, lo que significa que él siempre va a tener alguna motivación para ser caballeroso y volverá el cortejo y él estará más por ella.
La forma más sencilla de lograr esto es evitar la "trampa" masturbatoria del hombre y ponerlo en castidad.

Texto extraído del blog de control de castidad para mujeres. Inscríbete.