lunes, 11 de septiembre de 2017

Maribel.

Maribel Sanchez estaba a punto de divorciarse. Tras 10 años casada con Juan se había convencido de lo inútil y apocado que era. Ella poseía numerosos inmuebles, herencia de su famíla y tenia un buen empleo. La crisis afectó más a su marido, ella intentó conseguirle siempre lugares de trabajo que pudiera realizar, incluyendo el de conserje, pero él nunca podía llegar a cumplir con su cometido de forma decente y o bien lo despedían, o no le renovaban.
 En la cama tuvo el mismo reflejo a la hora de hacer el amor y muchas veces no respondia a los requerimientos de atención que ella necesitaba. Ya consideraba seriamente la posibilidad del divorcio. Ella veía ese final de forma irremediable como la mejor solución, la única posible... 
Se sentó en el borde de su cama tratando de pensar alguna forma de salir de esta situación y evitar lo que parecía inevitable. En ese momento Marta, la empleada doméstica que tenía, llamó para pedir permiso para entrar en la habitación. Marta era una mujer mayor, de unos 60 años, que tenía una voluntad fuerte y siempre hacía un trabajo impecable y excelente. Maribel pensó en Marta: ya era su empleada desde antes de casarse, llevaba con ella ya más de doce años.
Marta la miró y dijo: "Te veo preocupada, tienes problemas, quizás pueda ayudar, dime, te responderé si puedo, no sé mucho sobre asuntos financieros, pero tal vez hablar pueda ayudarte. . " Maribel sabía que Marta quería su bien y decidió ponerla al tanto. Maribel le dijo: "Realmente no sé si debería decirte esto, pero tengo que hablar con alguien, es Juan, no sé qué hacer con él, es un inútil, no puede hacer nada. Yo le he conseguido al menos quince trabajos diferentes con la esperanza de encontrar uno que le convenga y él siempre incumple en todos ellos.¿Qué hace él todo el día aquí? Marta dijo: "Bueno, él juega con la consola, y pasa mucho tiempo con el ordenador. Una vez descubrí que era una web llamada Control de castidad. No le gusta hacer ejercicio y simplemente le gusta sentarse y tomar la vida con calma. " Maribel preguntó: -¿Se te ocurre algo que pueda hacer? Marta dijo: "Con toda honestidad, un día se dejó el ordenador con esa página puesta y no pude evitar ver una pestaña que ponía algo de un curso de empleada de hogar, creo que él podría ayudarme, esta es una gran casa y hay mucho que hacer, pero no creo que Juan sea de ayuda, quiero decir que yo no puedo darle al señor de la casa órdenes " Maribel pensó durante un minuto y luego dijo: -¿Crees que podría hacer el trabajo de una sirvienta? Marta respondió: "Para ser una buena sirvienta se necesita entrenamiento y la capacidad de seguir órdenes. A Juan no le gusta que le digan qué tiene que hacer". Maribel preguntó: -Y si te diera la autoridad necesaria para darle órdenes, ¿crees que podrías hacerlo útil aquí en la casa? Marta dijo: "Con toda honestidad, creo que él podría resultar útil aquí en la casa, pero puede que él necesite ser castigado para conseguir que él se motive para poder hacer un buen trabajo." Maribel dijo: "No sé, creo que voy a probar eso, he decidido que lo tengas como tu ayudante aprendiz, ¿pero cómo vamos a conseguir que se implique?". Marta le contó a Maribel más detalles del curso de empleadas domésticas de blog llamado control de castidad. Maribel estaba asombrada de la existencia de esa clase de blogs. Pensó que los consejos de Marta le podrían servir de gran ayuda y aceptó las cosas que Marta le sugirió. Decidieron que cuanto antes empezaran mejor. Después de que Marta salió de la habitación Maribel se fué al ordenador a buscar esos blogs, y sonrió para sí misma y se sintió mejor de lo que había sentido en mucho tiempo. Al día siguiente, Maribel llegó a su casa con un montón de paquetes. Los puso en la habitación de invitados al lado de la suya. Bajó y almorzó con Juan. Ella preguntó, "Juan, ¿qué haces todo el día? Estás aquí solo, tiene que ser aburrido." Juan respondió: "Bueno,estoy con el ordenador, la tele, y juego en la consola". Maribel dijo: "Bueno, Marta me dijo que de vez en cuando tal vez la podrías ayudar en casa. Tal vez deberías intentar ayudarla". Juan dijo: -No sé nada de lo que tiene que hacer una criada, de todos modos eso es trabajo de mujeres".
Maribel dijo: -Marta es una gran empleada, muy profesional, pero ya está mayor, lo único que te pido es que si te pide ayuda en algo trata de colaborar eso es todo, no creo que se aproveche de ti, ¿verdad? Juan dijo: "No, no creo que lo haga. ¿Qué tipo de ayuda necesita?" Maribel dijo: "Realmente no sé, pero recuerda si ella te pide que trates de ayudarla de cualquier manera que sea lo hagas, no quiero perderla como sirvienta". Maribel le dijo que quería que se inscribiera en el curso de empleada doméstica de ese blog que visitaba tanto, así iría aprendiendo lo que tiene que hacer. Le dijo con bastante firmeza que mejor que tratara de formarse y ayudara a Marta si le pedía ayuda. Maribel se marchó para volver al trabajo y Juan se dirigió a su computadora.
 A última hora de la tarde Marta entró a por Juan. Marta le dijo: "Tengo un problema, estoy cosiendo un uniforme nuevo para las ocasiones muy formales aquí y no puedo conseguir colocar bien el dobladillo. Me preguntaba si podrías ayudarme." Juan dijo: "No sé nada acerca de la fijación de un dobladillo, lo siento, haré lo que me digas que tengo que hacer y haré todo lo posible para fijarme". Marta dijo: "Eso no es lo que yo tenía en mente. Lo que pensé es que si tú pudieras ponértelo, entonces puedo conseguir arreglar el vestido." Juan dijo: "Son las cuatro y media, no puedes esperar a mañana, Maribel llegará pronto a casa".
 Marta dijo: -La señora no estará en casa antes de las seis y esto sólo tardará unos veinte minutos. ¿Me ayudarás?" Su petición funcionó y Juan estuvo de acuerdo. Marta lo llevó a su habitación y empezó a quitarse la camisa. Marta dijo: "Para ver la sisa del vestido, vas a tener que llevar este sujetador que tiene formas cosidas en él. El vestido tiene que quedar bien. Tendrás que ponerte unos tacones porque este uniforme es para llevarlos y así podré ver la caída de la falda con el dobladillo, cambia mucho con tacones tienes que ponértelos. Quince minutos después, Juan se subió a un taburete con el uniforme puesto y Marta se sentó a coser el dobladillo. Juan se quedó con la boca abierta cuando vio a Maribel de pie en la puerta mirándolo. Maribel dijo: -¿No te ves preciosa, con tu uniforme?
 Juan dijo: -"No, sólo estoy ayudando a Marta como tú me pedíste". Maribel dijo: "Ese será tu uniforme, Marta así podrá saber si vas a estar para ayudarla, si llevas puesto el uniforme. Si ella te ve con él sabrá que tiene su ayudante disponible, y así evitaremos discusiones". Juan miró al suelo y respondió en voz baja: -Sí, querida. Un par de minutos más tarde, Marta terminó y dijo: "¿No fue tan mal?" Juan dijo: "No para ti, ¿oíste lo que me dijo la señora?" Marta dijo: "Oh, sí, pero no te preocupes, creo que necesitaré algún ajuste más para ver si el dobladillo está bien, pero lo haremos mañana, cuando ella no esté".  Juan dijo: "Bueno, ya veremos, no quiero volver a ponermelo". Marta dijo: "Me gustaría poder acabar de arreglarlo mañana cuando ella no esté aquí, ¿por qué no lo vas a hacer?" Todo lo que estoy pidiendo es que seas un maniquí de costura durante muy, muy poco rato. " Juan dijo: "Ya veremos". Marta sonrió cuando Juan se fue a cambiar. Sabía que lo tenían y ya no había nada que pudiera hacer al respecto.
 Al día siguiente, Marta entró en el cuarto donde Juan estaba jugando. Marta le preguntó si le ayudaría con el uniforme como ayer. Juan respondió: -Uff, tiene que ser ahora, vas a tardar mucho? Marta dijo: "Ahora son las 11:30, sólo tardaré media hora rematarlo. ¿Y la señora no vuelve a casa hasta la tarde?" Juan respondió: "Supongo que tienes razón. ¿Prometes hacerlo rápido?" Marta dijo: "No me ocupará mucho tiempo, sólo quiero asegurarme de que la cremallera esté bien y el dobladillo esté recto. Probablemente sólo tendrás que tenerlo puesto menos de cinco minutos si el dobladillo ha quedado bien". Juan estuvo de acuerdo y fue a ponerse el uniforme. Hoy Marta le había añadido a lo de ayer unas enaguas de varios niveles asegurandole a Juan que era para asegurarse de que la falda quedaba bien. Estaban en la sala de costura cuando Juan oyó a su esposa llegar. "Lucía enfermó, así que aproveché la hora del almuerzo para venir a recoger mi agenda que me olvidé esta mañana. Bueno, mira esto. No sabía finalmente te apuntaste al curso de empleada de hogar, enhorabuena. Te ves muy bien querida. Si eso es lo que quieres, puedes ser la aprendiz." Juan dijo: "Yo sólo estaba ayudando a Marta, no quiero ser una criada, ¡Sólo la estaba ayudando para que ella pudiera ver si el dobladillo estaba bien!"Maribel dijo: "Bueno, de ahora en adelante cuando lleves el uniforme eres su aprendiz de criada, lo dicen en el curso, y necesitas una tutora, yo no tengo tiempo para eso. Marta será tu tutora y revisará las prácticas del curso y harás lo que ella te diga. Creo que es mejor que hagas un buen trabajo o te tendrá que corregir. Tengo que arreglar el nombre, no puede ser que la aprendiz se llame Juan ¿te llamarás.....Cómo deberíamos llamar a nuestra nueva doncella?
 Marta dijo: -Creo que lo más adecuado es que la llame Juanita, ¿que te parece como suena? Maribel dijo: "Eso suena bien me gusta, pero no es un poco largo?" Marta respondió: "Bueno se puede abreviar llamándola Juani, es un nombre muy femenino". Maribel se acercó a Juan y dijo: -Ahora eres Juani, y como Juani serás y actuarás lo más femenino que puedas y aprenderás a ser la mejor sirvienta de señoras que existe. ¿Entiendes? Juan tenía lágrimas en los ojos pero dijo que lo entendía. Maribel le sonrió y se giró y se fue. Marta dijo: "Tenemos que arreglarte que te veas bonita. Vamos, primero vamos al baño y debes deshacerte de ese horrible vello corporal". Ella lo llevó al baño y le puso una crema depilatoria y le hizo esperar quince minutos para que actuara. 
Sentía muchas sensaciones diferentes en la ducha mientras su vello caía por el desagüe. Salió de la ducha y Marta le dio unos polvos talco con olor después de secarse. Aplicó el polvo y Marta le sonrió. Luego se sorprendió cuando ella se arrodilló y sujetó algo en su pene. Marta dijo: -Una doncella no necesita algo así, además así tendrá que sentarte a ir al baño como lo haría cualquier otra sirvienta. Juan nunca había pensado que la empleada le encerrara en un cinturón de castidad y se sonrojó cuando le puso un pequeño candado y oyó el click. Luego lo llevó a su habitación donde le puso un corsé. Apretó los cordones con tanta fuerza como pudo y luego lo hizo levantar los brazos y apretó un poco más. Luego se acercó a él y lo golpeó directamente en el estómago. No te lo esperabas y le dijo que lo sujetara mientras apretaba los cordones un poco más a la espalda. Ató los cordones y empezó a sentirse débil, apenas podía respirar. Ella le dijo que tomara respiraciones superficiales y él estaría bien. Entonces tomó un par de prótesis mamarias grandes, y las puso en su cuerpo para alinearlas. A continuación, puso adhesivo en ellos y lo pegó a su pecho. Inmediatamente notó un cambio en su centro de equilibrio. Marta le dijo que estaba sorprendida de que fueran tan grandes. No sabía que la señora quería ese tamaño tan grande. Ella le ayudó a ponerse las medias y le mostró cómo sujetarlas a las ligas que colgaban del corsé. Luego le puso un par de bragas de encaje negro en las piernas. Ella terminó de vestirlo y lo llevó a su mesa de maquillaje y depiló sus cejas dejando un arco muy fino y aplicó lápiz de labios, sombra de ojos, y él se ruborizó. Juan miró al espejo y vio a una mujer que lo miraba de nuevo. Miró fijamente los brillantes labios rojos y las lágrimas formadas en sus ojos. Sintió una punzada aguda mientras ella perforaba sus orejas. Marta le dijo: "Sé que te han pasado muchas cosas hoy, pero es lo mejor, créame, le ayudaré todo lo que pueda, pero tendrás que trabajar conmigo. Ahora déjame ponerte la peluca para que podamos trabajar. Ella le puso una larga peluca negra y la fijó con clips en su cabeza y luego le puso una cofia con cintas para la decoración en la parte superior de la misma. Luego lo llevó a la cocina y le sirvió una taza de café. Cuando se acomodaron en la mesa, Marta dijo: "Hoy voy retrasada en la faena, lo primero que quiero que hagas es fregar el piso de la cocina y quiero que hagas un trabajo impecable o te castigaré y haré que lo vuelvas a hacer .." Terminaron su café y pusieron los platos sucios en el lavavajillas. Marta le mostró dónde estaba el cubo y el limpiador y le dijo que antes tenía que barrer bien el suelo. Barrió el piso y Marta lo miró y le dijo que hacía un buen trabajo. Cogió el cubo y el limpiador llenó el cubo de agua y agregó el limpiador. Luego le preguntó a Marta dónde estaba la fregona. Marta le dijo: "Eso de usar mocho es para las que ya saben, todas las criadas tienen que empezar desde abajo, y vas a empezar a fregar como se ha hecho toda la vida, de rodillas". Le preguntó donde estaban los trapos y ella lo envió a su habitación a buscar una camiseta. Se sonrojó al tener que cortar la camiseta en dos pedazos y se la entregó. Ella le dijo que después de fregar con el limpiador vaciara el cubo y usara agua clara para enjuagar bien. Él se puso de rodillas y ella estaba de pie. Mientras él fregaba, notó una gran molestia en el corsé. Cuando terminó de lavar y enjuagar toda la cocina, llamó a Marta. Ella lo miró y cogió un algodón y vio algunos restos a lo largo del borde con los armarios. Ella le señaló y le dijo que lo hiciera todo de nuevo y le recordó que sería castigado por no hacerlo bien a la primera. Él rehizo el suelo y estaba muy dolorido en las rodillas cuando terminó. Llamó a Marta y miró al piso buscando cualquier defecto que pudiera encontrar. Ella no encontró ninguno.No tenía idea de lo que quería decir cuando dijo que tendría su castigo y la siguió hasta el comedor. Señaló una silla que había sacado. Se sentó y ella le dijo que debía inclinarse sobre ella. Él pidió que no tuviera que hacer eso y ella dijo bien. Le hizo levantar y se sentó. Antes de darse cuenta de lo que estaba sucediendo, ella lo tenía inclinado sobre su regazo y estaba levantando sus enaguas y tirando las bragas hacia abajo. Tomó un cepillo de pelo largo y empezó a azotarle. Al tercer golpe estaba llorando y por lo fuerte que ella le había dado los golpes. Su trasero estaba en llamas. Le colocó sus bragas y le dijo que se sentara en la silla junto a ella. Marta dijo: "Ser una sirvienta no siempre es fácil, pero si haces lo mejor que puedas, no debería ser tan malo, trataré de darte el beneficio de la duda, pero si creo que puedes hacerlo mejor, serás castigado La señora me ha encargado que te entrene para llegar a ser una empleada doméstica profesional, y tengo la intención de hacerlo. Espero no tener que volver castigarte de nuevo. Una gran parte de ser una buena sirvienta es la actitud. Si puedes mantener una buena actitud va a ser mucho más fácil para tí. Sé que todo esto es un gran choque, pero trate de verlo de su lado positivo. La señora me contó que falló en cada trabajo que ella le consiguió. Si ahora falla también en esto, no sé lo que ella hara, pero no descarta el divorcio ¿Qué piensas hacer si ella te pone de patitas en la calle. Con tu curriculum no creo que puedas hacer mucho. Tu eres una persona muy agradable y el estar ocupada y tener algo que hacer cada día es lo mejor. Así que ¿por qué no me dices si estás dispuesto a tratar de ser una buena criada".
 Juan respondió: "Voy a tratar de ser una buena criada.No sé lo que Maribel tiene en mente conmigo pero todavía la amo, nunca me di cuenta de lo que ella realmente quería de mí. Todos los trabajos que me puso no me motivaban, me aburría y no nos hace falta el dinero, yo no estaba interesado en ellos lo suficiente para cumplir con el trabajo como se espera.Lo intenté pero nada me gustó.Algunos de ellos se me hizo molesto y sé que no tenía la formación adecuada para hacerlo. En este momento no quiero fallarle a Maribel. " Marta sabía que estaba hablando honestamente y le dijo: "Apuesto a que es la primera vez que piensas en esas cosas, ¿no? No tienes que responder, pero te diré lo que pienso. Creo que la señora todavía tiene algunos sentimientos por ti o ya estarías de esta casa y te quedarías solo. ¿Qué te parece? Juan respondió: "Ahora mismo no sé qué pensar, me encantaría pensar que ella todavía se preocupa por mí, pero ¿por qué ahora soy una criada?" Marta respondió: -Quizá ella quiera darte una última oportunidad. Para recordarte que ahora tienes una formación, en otras palabras, estás aprendiendo las lecciones del curso para ser una criada, yo soy tu tutora y superviso tu formación. Tal vez preferirías entrenarte conmigo como amiga pero ahora yo soy tu jefa. Quiero que vengas a mí cuando quieras hablar o tengas un problema. ¿Quieres esto? Juani se sonrojó, "Sí, realmente aprecio esto, acudiré a ti, si tengo dudas, y si no te importa". Marta dijo: -Bien, eso está bien, ahora debes continuar con tu entrenamiento, primero y lo más importante, nunca llamarás a la señora por su nombre, a menos que te diga lo contrario, hay una lección en el curso sobre las normas de conducta. Juani respondió que pensaba que podía seguir el curso. Marta le hizo una reverencia y continuó haciéndole una reverencia hasta que habló. Le dijo que hiciera una reverencia en cualquier momento en que la señora le hablara y al entrar o salir de su presencia. Era hora de comenzar la cena y Marta comenzó a enseñarle las tareas de la cocina. Era un aprendiz rápido en la cocina. Poco antes de que Maribel llegara a su casa, Marta le dijo que la tenía que esperar en la puerta para recoger su chaqueta y su bolso y guardarlos en el armario. Entonces se suponía que debía preguntarle si había algo que ella quería antes de que se sirviera la cena. Si quería una bebida o cualquier cosa para ella. Oyó su coche y se dirigió a la puerta. Cuando entró él hizo una reverencia y él le pidió su abrigo y su bolso. Ella sonrió y se los entregó él los puso en el armario y le preguntó si ella quería algo antes de la cena. Ella dijo: "Sí, Juanita, puedes hacerme té, te espero en la sala de estar". Él hizo una reverencia y fue a hacer la bebida. Pensó en cómo prepararle el té y luego de preguntar a Marta como hacerlo, puso la taza en una pequeña bandeja y luego la puso sobre la mesa frente a ella y volvió a hacer una reverencia. Maribel dijo: "¡Te ves maravillosa, esa debe ser tu sombra para el maquillaje." Marta te puso a trabajar después de que me fuera? " Juani respondió: -Sí, señora, me hizo limpiar el piso de la cocina, que brilla como si fuera nuevo. Maribel dijo: -Bueno, sigue con el buen trabajo, ahora puedes ir a ayudar a Marta en la cocina. Juani hizo una reverencia y fue a la cocina. Marta le preguntó cómo se fue y le dijo que estaba bien. Marta le explicó que comerían después de que la señora comiera. Maribel comió en silencio y Juani tuvo que volver a llenar su vaso de agua dos veces. Después de que terminó, Juani recogió la mesa, enjuagando los platos y los puso en el lavavajillas. En ese momento Maribel se había retirado a su despacho y Marta preparaba su comida. Mientras comían, Juani dijo: -Estaba buscando alguna receta del curso y he visto una receta de algo que creo que me gustaría que prepares para la señora ... ¿Crees que podrías intentar hacerla para ella mañana tu sola? Marta dijo: -Si crees que a ella le gustará sigue adelante, pero si no lo haces, serás castigado. Juani respondió: "No tengo experiencia, pero voy a aprovechar esta oportunidad, de disfrutar de la cocina como he hecho esta noche, ha sido divertido". Marta dijo: "Nunca he visto a nadie que cocinar pensara que era algo divertido, pero supongo que es por eso que todo el mundo es diferente". Hicieron una pequeña charla y cuando terminaron de comer y de recogerlo todo, Marta le dijo que el resto de la noche estaba libre hasta que la señora quería prepararse para ir la cama. Entonces él tenía que ir a ayudarla a prepararse para la cama. Marta le dijo que tratara de anticipar lo que ella querría hacer. Se retiró a la sala de estar y vio un par de programas de televisión. Sabía que Maribel siempre se acostaba a las once y, a las once, se dirigió al dormitorio. Hizo un trabajo maravilloso de ayudarla a prepararse para ir la cama. Cuando terminó y se metió en la cama, ella le dijo que podía ponerse el camisón. Fue a la habitación de Marta y le dijo que tenía que usar el camisón rosa de su armario. Se lo puso y se dirigió al dormitorio. Abrió la puerta en silencio y se dirigió a la cama. Empezó a retirar las mantas. Maribel dijo: -¿Qué estás haciendo? Él respondió: "Me voy a la cama". Maribel dijo: -Una doncella no duerme con su señora a menos que su señora se lo diga ... Puedes dormir en la habitación de al lado, ... Mañana retirarás toda tu ropa de hombre de este dormitorio y se lo darás a Marta para que lo encierre en un armario bajo llave. Y sólo tendrás ropa de criada en tu cuarto, toda la que necesites, y para que la tengas a mano. Juani salió en silencio del dormitorio. Después de haberse arrastrado hasta la cama, se quedó allí pensando en su situación. Se dio cuenta de que nunca había hecho nada durante toda su relación, estaba impresionado por cómo Maribel se había puesto en su papel de señora. Se preguntaba por qué se había casado con él en primer lugar. Pensó en cómo le había pedido que se casara con ella. Se preguntó por qué le había aceptado lo de inscribirse al curso de empleada. Se comprometió a hacer lo mejor que pudiera  a partir de ahora. Se durmió y durmió pacíficamente. A las seis de la mañana siguiente ya estaba completamente despierto, por las molestias de la erección en la jaula. No podía dormir y era la primera vez que sentía ganas de madrugar. Esto era algo nuevo para él. Entró en el baño de los sirvientes e hizo su nueva rutina matutina intentando ponerse maquillaje lo mejor que pudo y preparándose. Estaba saliendo del baño cuando vió a Marta. Ella dijo: "Te ves muy bien, aprendes rápido, tan pronto como te pongas el uniforme me preparas el café, nos vemos". Él fue y se vistió completamente el uniforme de ayer y bajó y comenzó a preparar el café. Vió una mancha en el suelo y la estaba limpiando cuando Marta entró. Lo vio ocupado y le dijo que estaba haciendo un gran trabajo en hacer cosas sin que se lo digan. Ella le dijo que iba a necesitar más uniformes así que hoy ella le enseñaría a coser. Comenzaron a preparar el desayuno de Maribel y cuando estuvo listo. Marta le pidió que se encargara de ella. Juani cogió la bandeja y la colocó en la mesita al lado de la cama, Maribel le dijo que parecía realmente bueno. Ella dijo: "Parece que te estas tomando muy en serio eso de ser una criada, muy bien, así me gusta.Tengo que decir que es una sorpresa para mí. Después de que fracasaras en todos los otros puestos de trabajo que te puse, llegué a pensar no podías hacer nada de provecho. Sigue con el buen trabajo y ahora veo el trabajo que ha hecho Marta para motivarte. ¿Tienes algo que decir? Juani respondió: "Tengo sólo una cosa en mente, pero tengo miedo de preguntar porque no quiero escuchar la respuesta". Maribel dijo: "Venga, pregunta, nada puede ser tan fuerte que acabe con el mundo". Juani entonces preguntó, "Bueno, la pregunta es '¿No me amas más?" Maribel estaba aturdida. Ella permaneció en silencio por más tiempo. Sabía que tenía que responderle, pero no sabía qué decir. Finalmente le dijo: "Me haces una pregunta que no esperaba de ti, realmente no puedo encontrar las palabras para que sepas lo que siento por ti ahora mismo. ¿Puedo pedirte un favor?" Juani dijo: "Eres la señora, supongo que puedes hacer lo que quieras." Maribel dijo: "No estoy pidiendo este favor como tu señora sino como su esposa." Juani dijo, "Claro, adelante".
 Maribel preguntó: "¿Puedo aguantarme contestando eso hasta algún tiempo en el futuro después de haber descubierto exactamente cómo me siento así y puedo darte una respuesta definitiva que puedas entender".
Juani respondió: "Supongo que sí, sé que no es una respuesta fácil para ti, gracias, voy a trabajar y trabajar duro ahora si estás bien así conmigo".
Ella lo despidió y él bajó y preguntó a Marta si podían hablar. Marta percibió que era algo importante y preguntó si podía esperar hasta que la señora se fuera. Él estuvo de acuerdo y comenzó a limpiar en el comedor. Él estaba limpiando la mesa cuando Maribel caminó a través y dijo un rápido adiós Juanita y se fue. Terminó con todas las sillas y estaba colocandolas rectas cuando Martha entró. Ella le dijo que era hora de comenzar a aprender a coser. Entraron en el cuarte de costura y Juani se sentó en una silla junto a Marta junto a la máquina de coser.
Juani preguntó: -¿Podemos hablar ahora? Marta estuvo de acuerdo y Juani continuó: "Le pregunté a la señora si todavía me amaba y ella me preguntó si podía esperar su respuesta a eso. ¿Crees que todavía me ama o no?"
 Marta dijo: "No puedo decirte lo que ella siente por ti, pero míralo de esta manera, si no tuviera buenos sentimientos hacia ti, ella estarías viviendo sola por su cuenta ahora mismo. El amor sube y baja a veces. Su amor por ti puede estar ahora a niveles bajos, pero no se ha ido. Ella estaba frustrada por su falta de éxito en cualquier cosa que ella te ha dado a hacer. Esto puede ser o no tu última oportunidad ¿Cómo te sientes ahora con ella?
Juani respondió: "Creo que todavía la amo, siempre fue mandona pero nunca quiso hacerme daño, sé que le he fallado en el pasado y realmente no puedo garantizar que no le falle en el futuro. Espero que no, pero nunca se sabe, sólo desearía saber lo va a suceder, eso lo haría mucho más fácil ". Marta dijo: "Haz las tareas lo mejor que puedas de ahora en adelante y estoy segura de que las cosas saldrán bien para ti y para la señora. Ahora, vamos a empezar a coser  este nuevo uniforme para ti". Empezó a explicar sobre la máquina de coser y comenzó el uniforme. Luego se cambió de lugar y le hizo coser. Lo hizo como si no hubiera mañana. Ella estaba totalmente sorprendida por lo bien que lo hizo. Al final de la tarde ya habían completado el uniforme. Ella le hizo sacar el suyo le ayudó a ponérselo. Era un color gris con adornos blancos. Encajaba perfecto. Ella le dijo que era para hacer el trabajo del día a día, cuando no se necesitaba llevar un uniforme de fantasía. Ella le preguntó qué color le gustaría usar para ocasiones especiales. Le preguntó si color lavanda estaría bien y ella le dijo que sería perfecto. Dijo que conseguiría tela de ese color y él mismo podría coserlo todo. Fue a la cocina a comenzar la cena de Maribel. Cuando llegó a casa se encontró con ella en la puerta tomó su chaqueta y lo guardó. Ella le dijo que estaba hambrienta y le dijo que estaría en la mesa en cinco minutos. Cuando estaba sentada, colocó el plato frente a ella. En él eran dos chuletas de cerdo empanadas, puré de papa con salsa de leche y pequeños guisantes para una verdura. Le había hecho una ensalada de dos mitades de melocotón con queso cottage en una cama de una hoja de lechuga. Dijo que parecía delicioso y comenzó a comer. Cuando se terminó dijo que era una de las mejores comidas que había tenido. Marta le dijo que Juani lo había hecho todo. Mientras Juani limpiaba los platos sucios y preparaba la cena de Marta. Maribel se había llevado a Marta a la sala de estar. Maribel preguntó: "¿Cómo está él? ¿Te está dando algún problema?"
 Marta respondió: "No es ningún problema, estoy asombrada de lo rápido que ha puesto a cocinar y especialmente a coser, cosiendo como si lo hubiera estado haciendo toda su vida, hace todo lo que le digo y lo hace bien. Nunca pensé que vería a un hombre que cocinara y cosiera tan bien y además parece disfrutarlo, está más preocupado por ti y por lo que tú sientes por él ... 
Ella contestó: Perdóname por decir esto, pero realmente creo que él todavía está muy enamorado de tí y le está desgarrando él no sabe cómo te sientes con él. "
Maribel : "Lo sé, él me preguntó esta mañana y le dije que le daría una respuesta.Tengo que decirte algo que no quiero que le digas nada sobre él. ¿No le dirás nada? 
 Marta prometió y Maribel continuó: "Esta tarde tuve un momento de tranquilidad y todo lo que podía pensar era su pregunta acerca de si lo amaba. No puedo encontrar las palabras para responderle, no sé cómo expresar mis sentimientos no creo que nunca le dije que lo amaba con esas palabras, si lo hice no me acuerdo de ello, me encantaría aliviar su mente, pero no sé cómo! Tienes alguna idea? " Marta dijo: "Bueno, tal vez podría hacerle un pequeño regalo para mostrar que te importa y espero que lo vea como una respuesta a su pregunta.No tengo ni idea de lo que puedo regalarle, es sólo un pensamiento . "
Maribel: "Marta nunca te darás cuenta de cómo me resulta más fácil hablar contigo significa mucho para mí. Cuando se trata de negocios, puedo estar hablando horas como la mejor, pero cuando se trata de tratar con mi propio marido, estoy perdida."
 Marta dijo: "No siempre es fácil lidiar con los que están cerca de tí, y llegas a esperar una cosa y luego hacen otra." Corazón a corazón hablan como lo estamos haciendo ahora nosotras nos ayuda a comprendernos  a nosotras mismos, a veces sin palabras.
Al día siguiente alguien llamó a la puerta. Juani respondió, era un repartidor que entregó un paquete a su nombre, envuelto de tejido y una tarjeta. Tomó las cosas las puso en el comedor y abrió el paquete. Era un hermoso ramo de flores.  Buscó y encontró un gran jarrón lleno de agua y las puso a ordenar un poco para que le parecieran más agradables. Puso las flores en el centro de la mesa. Luego abrió la tarjeta. Leía ... Juanita, continúa con el buen trabajo. ¡Estoy orgullosa de ti! dijo Maribel. Tenía lágrimas en los ojos. Nunca antes había hecho algo así. Tenía que sentarse porque le hacía sentirse débil en sus rodillas. Marta entró mientras se sonaba la nariz. Ella echó un vistazo a sus ojos llorosos y muy preocupada preguntó qué estaba mal.
Juani respondió: "No hay nada malo, solo estoy orgullosa, eso es todo". Marta vió las flores y preguntó: "¿De quién son las flores?" Juani dijo: "Son para mí y son de mi esposa, ella nunca había hecho nada así como esto antes, lee la tarjeta que vino con las flores". Le entregó la tarjeta y ella la leyó y luego dio un abrazo a Juani. Ella le dijo que parecía que él no era el único que estaba cambiando. Le mostró la hermosa tela de terciopelo color lavanda que había comprado. Estaba muy contento. Estaba más contento cuando le enseñó todo el encaje que había conseguido. Podía imaginar en su mente como quería que quedara el producto acabado. Luego dijo: "Primero tengo que poner la carne para el adobo, esta noche vamos a comer lo mismo que la señora, si eso es un problema, puedes castigarme, pero quiero usar la cena de esta noche para darte gracias por todo lo que me has enseñado, he desarrollado un sentimiento especial para ti, no es amor como lo tengo para mi esposa, sino me siento más cerca de cómo una hermana podría sentir por una hermana mayor. Nunca tuve hermanos o hermanas. Es como me gustaría imaginarlo ". Marta soltó un pequeño sollozo. Nadie le había hablado nunca así. Se sentía tan especial en ese momento que decidió que no importaba lo que ella quería que hiciera, ella le dejaría hacer lo que él quisiera, incluso si volviera a jugar en su ordenador o ver la televisión como lo hacía antes. Ella lo vio tapar el tazón con la carne y ponerlo en la nevera. Luego le preguntó si podía ir a empezar con el nuevo uniforme. Ella le dijo que siguiera adelante. Se fue a empezar. Cuando le dijo que viniera a almorzar, se negó a decirle que quería terminar el uniforme antes de que la señora llegara a casa. A las cuatro ya había terminado. Llamó a Marta y la ayudó a probarlo. Estaba completamente asombrada. Era muy bello, con encaje cosido en todo alrededor de la parte inferior de la falda y encaje corriendo arriba y abajo en frente de la cintura hasta el escote que estaba bordeado en un cordón pequeño diferente. Ella dijo: "Es hermoso, hiciste un gran trabajo en eso, pero es una pena que tengas que cubrir ese encaje en la parte superior". Él respondió: "Pero no tiene que ser cubierto, ¡cuidado!" Puso un delantal blanco puro con el cordón que emparejaba al uniforme que cubría de la cintura para abajo. Cuando lo puso y lo ató fue una belleza. Marta se acercó a él y le dio un abrazo. Ella dijo: "Felicitaciones, el estudiante acaba de superar a la maestra. ¡Nunca dejas de sorprenderme!" Se sonrojó y ella lo ayudó a salir de allí. Lo llevó a su habitación y lo colgó cuidadosamente. Luego bajó para comenzar a preparar la cena. Estaba haciendo un postre especial que se suponía que tenía sabor a menta cuando no podía encontrar ningún aroma a menta. Pensó durante un minuto y luego entró en la sala de estar y consiguió el licor de menta. Cuando regresaba a la cocina, pensó en cómo fue utilizado por última vez la Navidad pasada. No sabía lo fuerte que era el licor de de menta comparado con el aroma de menta, así que sustituyó tres tomas por una cucharadita de condimento. Lo puso todo y lo puso en el horno superior, luego revisó la carne en el horno inferior. La carne empezaba a verse como en el libro de cocina. Él revisó la temperatura del horno no quería que estuviera muy hecho cuando fuera la hora de servir. Puso espigas de hornear en tres patatas muy grandes y asomó las pieles para prepararlas para hornearlas. Para el momento en que estaba listo con ellos el postre tenía que salir. Levantó la temperatura en el horno y puso las patatas adentro. Luego se sirvió una taza de té. Como él se sentó con té realmente se sentía bien consigo mismo. Por una vez en su vida las cosas están cayendo en su lugar. Pensó en Maribel. Él sabía que la había decepcionado en el pasado y no podía culparla si ella lo quería fuera de su vida como su marido. Terminó su té y preparó la mesa para su esposa para que estuviera lista cuando llegara a casa. Cuando oyó que la puerta de su coche golpeaba, se apresuró a encontrarse con ella y tomar su abrigo. Ella le dio las gracias y le dijo que estaba hambrienta. Le dio las gracias por las flores y le dijo que la cena estaba lista y que la tendría en la mesa cuando estuviera lista para comer. Cuando colocó el plato frente a ella, dijo: -Qué pequeño pollo querido, ¿de dónde los has sacado? Dijo: "Se llaman picones y los mariné antes de hornearlos, hay más carne de lo que crees, por favor ahorra un poco de espacio para un postre especial que he hecho". Sabía que rara vez comía cualquier postre, pero esperaba que intentara lo que había hecho. Cuando terminó la entrada, se entusiasmó por lo bien que estaba y le preguntó si lo hacía todo por sí mismo. Él le aseguró que tenía y le preguntó si ella estaba lista para el postre. Cuando ella respondió que estaba lista para ello, sonrió ampliamente. Fue y le cortó una pieza, y se la llevó a ella. Se quedó allí mientras lo intentaba. Se sorprendió de lo rápido que lo comió. Él sabía que ella no era una comedor del postre. Ella dijo: "Eso es realmente bueno, ¿hay más ?, si hay, podría repetir". Juani casi saltó para conseguir su otra pieza. Cuando la colocó frente a ella, preguntó: -¿Hay suficiente para poder llevarla mañana a compartir con mis compañeras del trabajo? Juani le aseguró que estaría listo para ella. Ella le dijo que quería hablar con él después de haber cenado. 
Ella se marchó y él y Marta despejaron la mesa. Entonces sirvió a Marta su comida y se sentó para comer la suya. Marha deliró sobre la comida y cuando él le consiguió un pequeño pedazo de postre. Ella le dijo que si alguna vez él dejaba de cocinar esta casa no sería la mismo. Le dijo que la señora quería hablar con él después de comer y le preguntó si pensaba que podría ponerse el nuevo uniforme para sorprenderla. Marta pensó que sería una gran idea y le dijo que se diera prisa y que se cambiara y que no se preocupara por el resto de las tareas que se harían esa noche. Rápidamente cambió el uniforme nuevo y comprobó su apariencia en el espejo. Decidió que se veía bien y bajó a la sala de estar.
Entró, hizo una reverencia y dijo: -Señora, quiero enseñarte el uniforme que he hecho sin ayuda de Marta. Maribel lo miró y le indicó que se acercara. Ella tomó el borde de la falda en su mano y sintió el material. Ella podía ver que era un trabajo de primera calidad de costura. Dejó caer el material y le indicó que se sentara en el sofá junto a ella. Se sentó lejos de ella y la miró a la cara. Él vio una mirada seria y seria y sintió una sensación de temor. Maribel dijo: "¿Recuerdas a Paco, el dueño del restaurante "La Parra", quiere jubilarse y , me dio un precio por el traspaso y le que pensaría su oferta, puedo coger el restaurante a buen precio. Ahora tengo una proposición para tí. Puedes llevarlo todo o sólo la cocina. Sé que te gusta cocinar y si sólo quieres la cocina lo voy a entender. Allí puedes vestir como un hombre de nuevo ¿Qué dices? ¿No suena bien? Juani se sentó durante un minuto y luego dijo: "Te amo y sé que estás haciendo esto por mí, porque tú me quieres a mí todavía.Pero hay algo que tengo que decirte.Cuando yo estaba creciendo y fuí a la escuela nada resultó fácil. En clase, cuando había un proyecto en grupo, el mío nunca me aclaraba,siempre hacía las cosas mal, también en todos los trabajos que tuve. Cuando te conocí y nos casamos y sabía que las cosas iban a mejorar pero luego todo volvió a salirme mal. Me senté aquí con mi consoloa y supe que te había defraudado No sabía qué hacer para cambiar nada Entonces me dijiste que iba a ser una criada. no me importaba cuando dijiste que era una doncella, pero adivina qué ... Lo primero que Marta me hizo hacer fue fregar el piso de la cocina. Adivina qué, cuando finalmente terminé con él lo miré y vi que había hecho algo bien. Había hecho algo de lo  que podría estar orgulloso y que lo hice probablemente la primera vez en mi vida. Entonces descubrí que podía cocinar y disfrutar. Entonces ocurrió lo más grandioso. Marta me enseñó a coser. Cuando empecé a hacer lo que Marta me enseñó, empecé a tener ideas sobre cómo deberías mirarme. No me di cuenta en ese momento, pero me estaba haciendo creativo. Nunca he sido creativo mi vida. Estoy en un punto donde me siento muy orgulloso de lo que estoy haciendo y estoy seguro de que estoy haciendo algo bien. Es posible que no sepa o sepa poco. He llegado a la conclusión de que ninguno de los trabajos en los que me pusiste funcionó por una razón. Todos ellos exigieron que yo fuera el jefe de alguien y no soy un jefe. No estoy hecho para mandar a nadie. Sé que sentado aquí no soy un hombre a tus ojos mucho menos un marido, pero tengo que ser honesto contigo. Así que lo que estoy diciendo es que no creo que yo soy la persona para dirigir la cocina o ese negocio, lo siento, voy a seguir siendo tu criada si lo deseas o puedes solicitar el divorcio. No contestes. Utiliza mi creatividad te podría servir para ser tu modista para tus reuniones. Voy a tratar de entender cualquier decisión que tomes. "Maribel se acercó a Juani y tomó sus manos entre las suyas y dijo: "Tengo ganas de llorar, me has dicho cosas que nunca me di cuenta, sé que dices la verdad, a partir de ahora no tienes que trabajar para la cena, a menos que quieras ser una camarera! "
Ella se burlaba de ella. Estaba riendo y él sabía que estaba bromeando. Él rió entre dientes. Ella continuó: "Juani, querida, he llegado a darme cuenta en los últimos días que eres realmente alguien especial.Tienes cualidades que nunca sospeché.A partir de ahora no tiene que ser una sirvienta o una cocinera si no quiere, quiero que vengas a nuestra cama esta noche como mi esposo, puedes volver a jugar con tu consola y ver la televisión, le diré a Marta que las cosas han cambiado ". Juani preguntó: "¿Puedo ser yo la que se lo diga a Marta, creo que todavía la ayudaré si está bien contigo, que tiene mucho que hacer siempre tuvo que trabajar demasiado . "
Maribel: "Claro que le diras, hay una última cosa que tengo que decirte y quiero recuperar el tiempo perdido". -¿Qué es eso? -preguntó Juani.
Maribel : "Te amo, te amo, te amo, te amo!"
Se besaron y por primera vez en su matrimonio ambos sintieron un calor especial y hormigueo en sus cuerpos.

2 comentarios:

  1. Control me ha parecido un gran relato.
    Precioso...me gustaria que hubiese segunda parte.
    Besos

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  2. Control me ha parecido un gran relato.
    Precioso...me gustaria que hubiese segunda parte.
    Besos

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