domingo, 21 de mayo de 2017

Fantasías comunes de los hombres que quieren que su mujer les haga cornudo.


♠ Que el marido se ponga de rodillas detrás de tí, sujetando tu cabeza y encargándose de sujetar bien de que tu cabello esté destrás de tu cara mientras tú le haces una mamada al hasta que él se corre. Una idea adicional sería para contener todo el semen en la boca, y pasarlo al marido en un beso blanco después.
♠ Que el marido se siente en una silla en el dormitorio, y que esté de espaldas y le permitas estar, sin dejarle ver como tú tienes relaciones sexuales.
♠ Permitir al marido estar boca arriba en la cama, mientras te inclinas sobre él de forma que pueda sentir el ritmo con que follas, mientras os miráis a los ojos y os besáis.
♠ Negar al marido el privilegio de ver, haciéndole esperar fuera de la habitación dejando la puerta abierta, para que solo pueda oir.
♠ Que tu des a tu corneador una mamada en un lugar semi-público, mientras que el marido está de guardia (en un aparcamiento subterráneo, en una playa, en un parque, etc.) para los más avanzados, permitir que más gente os pueda ver tener relaciones sexuales y que la gente que os conoce se pueda enterar.
♠ Ir a un restaurante junto con a su marido y su corneador. Mientras esperáis los platos o en cualquier momento de la comida, ir tú y tu pareja un momento al baño juntos y que imagine que aprovecháis para una sesión de sexo rápido, y luego volver a la mesa a tiempo para disfrutar de la comida juntos.
♠ Hacer un viaje en el que el marido conduce y tu y el corneador pasáis al asiento trasero. Para los más avanzados, que el marido os busque un hotel y luego, una vez que has llegado, y os hayáis registrado tu marido contigo, él se baja a recepción y le entrega la llave de la habitación, y espera hasta que bajéis o le aviséis con mensajes. Más intensa es la fantasia de que sea el marido que lo lleva hasta su casa para que tenga sexo. Luego él espera de buen grado mientras prepara algo para los dos
♠ Que el corneador pase la noche en su lugar o algunos días. O invitarle a vuestra casa, y que vaya a vuestra cama conyugal y que os despierte mientras folláis al lado del marido. Para los más avanzados que el marido duerma en la habitación de invitados, y pasas la noche en el lecho conyugal con el corneador. Solicitar al marido que os prepare y traiga el desayuno en la cama.
♠ Haz que el marido lleve puesto un cinturón de castidad, ropa interior de mujer, y se ponga maquillaje y una peluca y se arregle de forma femenina para poder entrar en vuestra habitación para que pueda pedir permiso para entrar a mirar mientras vosotros folláis. Su tarea es ser vuestra doncella personal.  Que os busque bebidas o aperitivos si es necesario.
 ♠ La ropa femenina es una fantasia de muchos hombres otros no la aceptan al principio. Para empezar hay que evitar que el marido se masturbe cuando tengas relaciones, por ello siempre debe llevar un cinturón de castidad cuando tú estés con el corneador. La imagen de que tu llevas la llave colgada del cuello es excitante, y si quieres aumentar su excitación le das las llaves al corneador para que así no puedas liberar a tu marido hasta que él esté de vuelta la próxima vez. Así el marido pondrá su mayor interés de esa próxima vez llegue más pronto que tarde.
♠ Encargarle tareas al marido, como que planche la ropa del corneador, o que limpie su coche, mientras que el folla en la cama matrimonial.
♠ Que el corneador sea el amo en la relación y que te azote delante del marido. Y aunque duela, dejar que continúe por más tiempo antes de que finalmente le pidas a él follarte para aliviar el escozor. (Por favor, no puedo aguantar más, por favor ... aliviame, por favor, te lo ruego ...) Esto es especialmente eficaz si el marido es sumiso a tí y nunca le has permitido jugar a los azotes.
♠ Pónte en una posición en la que seas capaz de besarte íntimamente con tu marido, mientras que tu corneador te folla. Seguís con los besos hasta que el corneador se corre dentro de ti. Para el efecto máximo, cuando sientas que tu corneador se corre, gime en voz alta de forma escandalosa junto con él mientras tu marido todavía está tratando de besarte
♠ O que el marido se ponga a escasos centímetros de distancia de tu coño o que lo lama, mientras que el corneador te folla. Una fantasía muy común es que el tu vagina de su semen, o si él utiliza preservativo, verterlo directamente en la boca del marido, o en tu cuerpo para que lo limpie con la boca, o se guarda para otros usos..
♠ Otra fantasía bastante común es alternar besos a la boca de tu marido con el pene del corneador cuando le estás haciendo una mamada. Para los más avanzados se trataria de un gloryhole
♠ Que sea el marido el que se encargue de al corneador se le ponga bien dura dándole una mamada. Mantener al marido en castidad antes de reunirte con el corneador es muy conveniente.
♠ Que el corneador le haga un sexo anal al marido es otra fantasía muy común
♠ Hacer fotos y videos teniendo sexo con el corneador para que el marido luego las pueda ver también es muy común.
 ♠ Los tatuajes dan mucho juego. Desde hacerse el típico tatuaje "dama de picas" (o algo que simboliza que te gusta hacer el amor con chicos negros) en alguna parte de tu cuerpo. La visión del tatuaje le recordará constantemente a tu marido su papel como el cornudo, así que vas a atraer la atención de chicos negros más fácilmente. Otra opción es que el se haga un tatuaje con el símbolo de los cuernos o propiedad con tu nombre,etc
♠ Los piercings son otra opción desde que tú te los hagas en los pechos o donde prefieras, que él se haga un principe Albert y lleve una anilla o un cinturón especial para este tipo de piercing.

Aviso: Las fantasías sexuales son necesarias y para la salud mental es buena señal tenerlas. 
Las fantasías no tienen porqué hacerse nunca realidad, ni siquiera intentarlo, pero estimulan y dan chispa a una relación. 
Existen muchas circunstancias a lo largo de la vida de una pareja y algunas no ven ningún problema en hacer realidad alguna de esas fantasías aunque como siempre es todo se debe hacer con el conocimiento previo de los dos miembros de la pareja, es decir consensuado y, siempre, libre, sin coacciones. 

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