Parece que las principales razones por las cuales las parejas modernas, a veces eligen para poner en práctica tales rituales sexuales, se debe a dos exigencias fundamentales: exorcizar el aburrimiento y mantener siempre viva la pasión, algo necesario después de muchos años de matrimonio. Además, parece que las mujeres y los hombres se quedan gratamente satisfechos con esta experiencia sexual, al menos poco usual: las esposas tienen sexo desenfrenado y los maridos ni siquiera sienten celos, de hecho a veces, incluso se sienten bien, si son objeto de burlas por la situación ... y disfrutan de los clubs llamados swinger y similares, un verdadero paraíso en la tierra!
Si consideramos la cuestión desde este punto de vista, en que la mujer actua con total libertad sobre su sexualidad, parece una práctica que no está mal, pero no todas las mujeres son capaces de superar la natural modestia y tener sexo mientras su marido disfruta del espectáculo.
Tal vez se puede entender como una búsqueda del placer puro y no como una perversión sexual.
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