lunes, 2 de noviembre de 2015

El lo hace todo.



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devotionalsex:

“Ritual”

Her orgasms are our orgasms and we both like lots or orgasms. We both find time and places to practice our ritual.Mi marido me dijo que quería probar cosas nuevas después de más de una década de matrimonio con sexo tradicional y me pidió que quería que le dominara y controlase su castidad. No entendía que es lo que quería, pero por lo pronto lo puse a hacer las tareas domésticas que yo había estado haciendo siempre durante más de una década durante nuestro matrimonio. Ya estaba cerca de la menopausa y mi piel se resentía con el contacto con los productos químicos e incluso con el agua si estaba húmeda mucho rato. Así que desde ese día quedamos en que yo no tocaría el agua para lavar los platos y lavar la ropa. Al poco le dije que se encargara de la plancha pues era una tarea para mí muy pesada. Luego él se tenía que encargar de hacer la cama, y del resto de la limpieza. Yo al poco ví que tal vez podríamos probar su idea. Así que le encargué que buscara y comprara un cinturón de castidad. La verdad, pasados los años no me arrepiento de haber tomado esa decisión. Él ha dejado de masturbarse, pues no puede ya que durante el día lleva el cinturón de castidad, por la noche, para ir a dormir se lo retiro. El tiene que tener su pene para mí y siento que su semen me pertenece. Tiene que tenerla como la pizza, calentita, y rápida para cuando yo tenga ganas.
El me pide permiso para eyacular, pero yo le exigo cada vez que tenemos sexo que eyacule. 
Así que aunque está en castidad, nunca le he permitido estar más de 7 días sin eyacular dentro de mi.
Él mientras dedica su tiempo a las tareas de la casa, y las de fuera, como encargarse de la compra. 
Como he dicho al principio yo ayudaba, pero ahora cada vez lo dejo todo más desordenado y de cualquier manera, y espero que cuando vuelva encontrarlo todo ordenado.  El fin de semana me gusta cocinar y dejo la cocina hecha un desastre, pero yo sé que cuando vuelva la encontraré impoluta.


Obviamente también le pongo límites a su tiempo libre, ya que soy muy exigente, me gusta, doy órdenes claras, que él acata sin discusiones, él también tiene que ejecutar esos trabajos de bricolage y mantenimiento de la casa, además de las domesticas con un nivel muy alto de exigencia, yo lo quiero todo limpio, impoluto, y no se le permite posponer las cosas, a menos que me pueda dar una muy buena razón.
El coche también tiene que estar en perfecto estado de limpieza y mantenimiento interior y exterior.
Pero además de las tareas para mí, aun es más importante su compañía, cuando estoy en casa él debe estar para mi servicio: hablamos mucho y hacemos muchas cosas juntos.



Mi masaje en la espalda lo recibo a diario por la tarde después de la siesta.

Además con frecuencia, cuando estamos solos en casa, me gusta ser complacida por él, y no sólo durante quince minutos o media hora. Soy adicta a tener su cabeza entre mis muslos, lamiendo y chupando, si estoy de relax con mi cabeza apoyada en las almohadas blandas o haciendo algún descanso habitual en casa después del trabajo, leyendo un libro o viendo las noticias o una película.


imageTambién tiene que haber tiempo para la disciplina, su disciplina. A veces hacer esto me puede ocupar sólo cinco minutos, pero hay que comprobar que esté todo a punto y si no lo está siento la necesidad de administrar un castigo inmediato. Pero otras veces , sobretodo en casos de faltas graves considero necesario someterlo a una sesión disciplinaria que dure desde la noche del viernes al lunes por la mañana ( y naturalmente no sólo consiste en el castigo corporal!)
Así que ustedes comprenderan que él no puede ir al pub o a jugar con sus amigos cada noche. Pero si hace las tareas bien, a veces, le permito salir con sus amigos o hacer una visita a su familia.
Para que no se relaje, los fines de semana acostumbro a salir sola a cenar con mis amigas. Le digo que he conocido en el gimnasio al que voy por las tardes a un chico joven.
Le oculto que me compré un lubricante que imita el semen, me lo pongo al poco de llegar a casa, y antes de indicarle que he tenido relaciones con algún chico. Eso le ofrece a él un cóctel de emociones que sirve para intensificar drásticamente nuestro vínculo emocional entre marido y mujer. Cuando me preparo para ir al gimnasio él sabe que volveré duchada, y no sabe si he ido al gimnasio o a la casa de este chico, porqué acostumbro a tardar bastantes horas. Y antes del sexo mi lubricante favorito imitación semen. Es lo mejor de la "sana competencia". Hace que mi marido esté aún mucho más atento a mis necesidades, sexuales y de otra índole. A veces le hago rogar para permitir complacerme y servirme y adorarme, no sea que yo me decida pasar más tiempo con otro hombre. Y si él tiene alguna insuficiencia sexual que me pueda defraudar, él hará lo imposible para compensarlo de otras maneras.
He podido comprobar que con la castidad masculina forzada, junto con la estimulación sexual, la negación y los cuernos ... se intensifica la experiencia para él aún más. Es un hermoso círculo del que ya no hay vuelta a nuestra vida anterior a la castidad.
Yo tengo todas las claves de acceso de la banca online y las libretas en las que estamos los dos de titulares, siempre yo primero. Además tengo una en la que soy la única titular para mis caprichos en la que todos los meses se transfieren 500€. Él me pidió tener una asignación semanal de 20 € para pequeños gastos, y él me pide el dinero a mi, y sólo tiene una tarjeta de débito pero debe guardar los tickets para justificar sus gastos por si se lo pido. Yo no.
Ya no concibo mi matrimonio sin castidad.No hay vuelta atrás.

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