viernes, 4 de septiembre de 2015

10 pasos para superar la Masturbación según la Iglesia

La Iglesia penaliza la masturbación y le da una gran importancia a los votos de castidad. Esta penalización de la masturbación no tienen nada que ver con el control de castidad de esta página. Cualquier parecido es pura coincidencia. No masturbarse puede formar parte de un juego sexual que se puede practicar en pareja o, incluso en solitario. 
A pesar de eso, hay quienes pueden confundir el control de castidad con la prohibición de masturbarse desde el punto de vista de la Iglesia. Con el fin de aclarar posibles dudas, he aquí unos consejos para superar la masturbación desde el punto de vista religioso y se pueda comparar con la posibilidad de participar en el control de la castidad de este blog.

10 pasos para superar la Masturbación
"La masturbación puede disminuir", escribe Collins, "por medio de la oración, de una sincera disposición a dejar que el Espíritu Santo mande y controle la vida, dedicarse a activídades que beneficien a otros y evitando los materiales sexualmente estimulantes (por ejemplo: fotos, novelas eróticas o el acceso a sitios pornográficos en internet), la práctica de darse a fantasias sexuales perjudiciales, y un reconomiento de que el pecado (incluyendo lascívia) es perdonado por Dios cuando confesado con sinceridad y arrepentimiento".
Lo siguiente ha sido adaptado del proceso de diez pasos recetado por St. Clair y Jones para superar la masturbación
1. Sé honesto con Dios. Reconoce que los pensamientos lascivos que te llevan a la masturbación son un pecado contra Dios. Sé honesto en cuanto a tu pecado y pide que seas limpiado y decide dejarlo.
2. Planta una estaca. Una “estaca” es un punto fijo que marca el comienzo de un viaje. Decide si quieres complacer a Dios más de lo que te quieres complacer a ti mismo y decídete a hacer tuyas estas palabras: “Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de la carne (Gálatas 5:16).
3. Enchúfate al poder. Reconoce que no puedes ganar esta batalla con tu propio poder Sólo por medio de Jesucristo viviendo en ti puedes cambiar tus deseos y hábitos. Empieza ahora mismo a dedicar cada día un momento regular y constante con el Señor.
4. Renueva tu mente. Este problema empezó en tu mente, así que deja que Dios te la cambie. La manera en que Dios renueva tu mente es el compenetrarte en la Biblia. Es allí donde se encuentran los pensa­mientos de Dios. Anhela que los pensamientos de él sean los tuyos. Lee cada día un capitulo de la Biblia. Memoriza un versículo por semana.
5. Enfoca tu vista. Aparta tus ojos de cualquier cosa que te estimule sexualmente. Es obvio que no puedes vivir en un monasterio, así que tus ojos verán objetos sexualmente estimulantes. Pero no sigas mirándolos, especialmente los materiales porno­gráficos, las novelas de TV o las películas no aptas para menores.
6. Controla tu cuerpo. Cuando sientes que tu cuerpo va a explotar si no te alivias un poco de la presión sexual, mantenla bajo control por medio del ejercicio físico, haciendo el bien a otros, o dedicándote a actividades físicas divertidas (como andar en bicicleta o jugar al baloncesto).
7. Sincérate con un amigo. Pídele a alguien de tu mismo sexo, que sea espiritualmente maduro, que te haga rendir cuentas de tus actos. Consigue que te pregunte regularmente si estás evitando la lascivia.
8. Evita las situaciones tentadoras. No mires una segunda vez a la persona vestida sensualmente, y no leas revistas ni mires programas en TV o en el internet que te estimulan sexualmente, Mantente en guardia cuando estás solo, especialmente donde es fácil sentirte tentado.
9. Sigue adelante a pesar de tus fracasos. Si fracasas, no te desanimes. Te llevó tiempo formar este hábito, te llevará tiempo quitártelo. Si caes, no te revuelques en el polvo: más bien levántate, sacúdete el polvo por medio de confesar inmediatamente tus pecados y de recibir, por fe, el perdón de Dios. Pero no te acostumbres a aceptar trivialmente tus fracasos.
10. Empéñate en la victoria total. No tienes que pecar. No tienes que dejar que el radiador se recaliente. Al ofrecerte a Dios (en lugar de ofrecerte al pecado como instrumento de maldad), tu energía sexual se canalizará para hacer de ti un hombre o mujer poderoso para Dios. Confía en Cristo. Obedécele. El te dará la victoria.
Al parecer la masturbación es vista por los cristianos como una especie de enfermedad o algo satánico de lo cual debemos huir apresuradamente.
Veamos ahora la opinión Cristiana sobre el control de la natalidad:
Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca del control natal? ¿Pueden los cristianos utilizar métodos para el control natal?"
Respuesta: El hombre fue comisionado por Dios para “crecer y multiplicarse” (Génesis 1:28) y el matrimonio fue instituido por Dios como un ambiente estable para tener y criar a los niños. En nuestra sociedad, con frecuencia los niños son considerados como una carga y un fastidio. Estorban el desarrollo de las carreras profesionales de la gente y sus metas financieras, además de “obstruir tu vida social”. Con mucha frecuencia la raíz del uso de anticonceptivos es el egoísmo.
Génesis 38 nos habla de los hijos de Judá, Er y Onán. Er se casó con una mujer llamada Tamar, pero él fue un hombre malo, y el Señor le quitó la vida, dejando a Tamar sin esposo e hijos. Tamar fue dada en matrimonio al hermano de Er, Onán, de acuerdo con la ley matrimonial del levirato en Deuteronomio 25:5-6. Onán no quería compartir su herencia con ningún niño que pudiera engendrar con Tamar a favor de su hermano, así que practicaba la antigua forma de control natal. Génesis 38:10 dice “Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida.” La motivación de Onán era egoísta; él utilizaba a Tamar para su propio placer, pero se rehusaba a cumplir con su deber “de hermano” de procrear a un heredero por su hermano muerto. Este pasaje es señalado con frecuencia como la evidencia de que Dios no aprueba el control natal. Sin embargo, no era el acto de anticoncepción lo que causó que el Señor matara a Onán, sino más bien los egoístas motivos de Onán detrás de esta acción.
________________________________________
onan
Este es un tema muy amplio y con múltiples ramificaciones que de seguro seguirá dando que opinar e incontables críticas.
Nada más que decir. Algunos estarán a favor o en contra de estas actividades, pero no creo nadie en su sano juicio esté de acuerdo en matar a alguien solo por cometerlas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario