domingo, 16 de agosto de 2015

RELATO – El Viaje – Parte 2

2.
Lunes por la tarde, cae la oscuridad y Ángela camina con paso rápido por la acera de la ciudad. El repiqueteo nervioso de sus tacones negros parece que la hace ponerse aún más nerviosa. Se pregunta si realmente es una buena idea lo que está a punto de comenzar, pero a medida que se acerca al lugar objetivo deja de mirar hacia atrás. En un lugar público no parece haber peligro.
Se decide a pasar poco a poco por delante del cristal de la cafetería. Apenas había dos mesas ocupadas. En la primera mesa ve a un hombre mayor que toma un café con vista cansada. Su vista vuela a la mesa al fondo de la sala, en un rincón. En ella ve a una mujer madura, de unos cuarenta y cinco años, rubia y vestida de negro, de una forma exquisita. No había duda, aquella era su cita.

  • Buenas tardes, Ama…
  • Por favor, sólo Lilith.
  • Hola Lilith – dijo tomando asiento – Gracias por quedar conmigo. Estoy un poco nerviosa, es la primera vez que quedo así con alguien.
  • Te entiendo, mucha teoría y poca práctica. Eso es lo que veo a menudo. Pero pronto le pondremos remedio.
Tras pedir dos cafés, comenzaron a conocerse mejor. Ángela se iba acomodando poco a poco, parecía que al fin y al cabo, Lilith era una mujer totalmente normal. Maldijo sus prejuicios.
  • ¿Qué forma de ser tiene Dani? – preguntó ella inquisitiva
  • Pues verás, suele ser tranquilo y no cuestiona mucho mis decisiones, pero a veces tiene la cabeza muy dura. Es como si no abandonara el rol de macho alfa y esto le hace ser peor sumiso. A veces acaba pidiéndome perdón porque el mismo se da cuenta de ello.
  • Muy mal. Puede ser un sumiso en potencia pero si no haces algo al respecto no conseguirás nada de él. Tiene que aprender desde cero.
  • ¿Qué puedo hacer para empezar?
  • Para empezar, marcarte un objetivo ¿no te gustaría sacar el FemDom del dormitorio y aplicarlo a cosas más prácticas? Me comentaste que tú eres la que trabaja más horas y mantienes la casa, ¿cómo se realizan las tareas domésticas?
  • Normalmente nos repartimos las tareas, pero no voy a negar que en muchas ocasiones acabo de chacha.
  • Mal, mal. Eso tiene que cambiar – dijo Ama Lilith dando un sorbo a su café y esbozando una sonrisa – Tienes que ir paso a paso y verás cómo consigues lo que te propones. Te vas marcando objetivos pequeños y poco a poco lo vas consiguiendo. Este será nuestro primer objetivo, que él se haga cargo de todas las tareas domésticas.
  • No me vendría mal después de tantas horas de trabajo – dijo Ángela sonriendo – Pero, ¿cómo voy a convencerlo?
  • ¿Convencerlo? No me hagas reír, vas a ordenárselo ¿No decías que querías tomar las riendas de tu relación? Pues es el momento. Siéntete Ama, Mujer y superior. Tienes que hacerlo sin que él se dé cuenta. Al principio te costará, por tu educación, pero cuando te liberes te sentirás tan bien contigo misma que no podrás volver atrás. Yo te ayudaré a rendirlo.
<< Rendirlo. Qué bien suena eso. >> pensó Ángela mordiéndose el labio. La conversación duró aún un rato, cada vez más interesante, más profunda. Ángela conoció trucos y ejemplos que Ama Lilith le daba. Parecían unas buenas amigas tomando café pero en realidad estaban planeando como esclavizar a Dani. Si supiera lo que le iba a caer encima. Sonrisas, risas. Al acabar la reunión se pasaron sus correos y teléfonos personales. El sueño de dominación despegaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario