Mis primeros tres meses con el anillo de dientes Kali.

Antes me masturbaba mucho, hasta el punto en el que estaba afectando a mi vida sexual con mi esposa, porque mi pene había comenzado desensibilizarme y con ella tardaba mucho en correrme. Debido a mi desensibilización empezaba a tener problemas de erección, y ya no era capaz de mantener una erección fuerte ni constante, y con frecuencia el pene se mantenia fláccido en el momento justo de tener relaciones sexuales. Le dije a mi mujer lo que estaba pasando y le pedí ayuda porque yo me sentía totalmente incapaz de controlar mis impulsos. Cada vez que yo tenia un pensamiento sexual  mi cuerpo quería actuar en consecuencia. A veces me masturbé varias veces en un mismo día.
Fue mi esposa la que me sugirió que debería probar de usar un dispositivo de castidad, y después de buscar información por internet, ella me dijo que había visto en una web llamada controldecastidad.blogspot.com en la que hablaban de una pulsera para el pene, llamada dientes de Kali. Nunca había oído nada igual.
Lo compramos por internet, y cuando llegó vi que se trataba de un dispositivo muy pequeño y muy simple. Es un anillo que rodea sólo una parte del pene y que se cierra con un candado. El anillo tiene dientes en su parte interior, si el pene está fláccido es muy cómodo de usar, pero si hay una erección, los dientes muerden.
Bueno, después de probar este dispositivo, puedo decir que he conseguido mucho más de lo que imaginaba.
La primera vez que tuve una erección con el anillo de dientes que encerraba mi pene me tuve que poner de rodillas. El dolor intenso de la primera erección es una sensación inolvidable. A medida que mi pene

crecía con el flujo de la sangre hacia el pene los dientes se hundieron en mi pene y la intensidad del dolor me llevaron a ir corriendo a buscar agua fresca. Mientras iba a por agua fresca, me agaché un poco y miré a mi pene, que seguía creciendo y el dolor se intensificó. No había manera de sacar o siquiera intentar deslizar ese anillo a lo largo del pene, eran como unas uñas clavadas. Me lo hubiera quitado inmediatamente si hubiera tenido la llave, pero no lo hice. Con el agua fría se moderó la erección, aunque me costó bastante rato estar con el agua fria.

Quería pedirle a mi esposa que me quitara esa cosa, pero ya había acordado de antemano con ella que una vez ella me encerrara que iba a permanecer en él durante todo el día. Curiosamente, mi pene seguía con los dientes clavados en el. Sentía como si la erección ya más débil, estuviera vigilandome, y no debía tener una erección, sin mi esposa presente, yo no podía creer lo que estaba sucediendo.
Al ponerse el pene más relajado conseguí un poco de alivio. Por último, mi pene quedó relajado y totalmente inerte y se fue el dolor. Desde entonces he tenido mucho respeto por el anillo de Kali. Desde entonces he aprendido mucho acerca de cómo controlar mis impulsos ya que incluso conseguir una leve erección me hace pagar un precio. El porno que veía por el ordenador se ha acabado para mí, aunque pueda verlo no me resulta tolerable el dolor y no me compensa. Y mi mente hace verdaderos esfuerzos al día para controlar cualquier posible erección, si no ya estoy pensando donde hay agua fría. De hecho ahora en verano, siempre llevo una botella de agua fresca por si acaso tengo una emergencia.
El anillo Kali no es sólo un dispositivo de castidad, es una dispositivo que permite controlar la erección, y por supuesto la eyaculación también. Mientras que, según he leído, hay hombres que pueden eyacular mientras llevan dispositivos de castidad colocados como el CB-3000 o los de tipo jaula, y simplemente una esposa no tiene manera de saber realmente si el hombre se excita a sus espaldas, porque aunque esté encerrado, si puede tener una erección, mientras se usa esta cosa es imposible tener un mal pensamiento sin pagar un alto precio. A menos, que seas uno de esos masoquistas súper duros que piensan que el dolor es placer. Aún así, no creo que nadie pueda usar este dispositivo teniendo una erección. Mi mujer me ha dicho que hay otras versiones del anillo Kali, que tienen dientes de mayor tamaño. Que el que uso es la versión menos fuerte, y que se considera la versión de entrenamiento. Si este es el entrenamiento, no puedo imaginar lo que las versiones de castigo deben sentirse como, porque creo que esto es como un verdugo que está esperando a morderte.
El resultado final es que se hace bien su trabajo. Mi esposa tiene ahora el control de mi pene, mis eyaculaciones, y hasta mi erecciones, para el caso. Hemos estado usando la pulsera del Kali durante unos tres meses, y nuestra vida sexual ha mejorado. Estoy muy feliz cuando ella me lo retira para el juego, el sexo y siempre para ir a dormir

con ella. Siento que me encuentro mucho más atento a las necesidades de mi esposa, y ahora me centro más en ella, y en sus orgasmos que antes de tener los míos. Mi reto ahora es mantener guardar mi castidad para ella. Tenemos sexo unas tres veces por semana, y me coloca de nuevo en anillo poco después de hacer el amor, así que no estoy tentado a volver a mi viejo patrón de masturbaciones. Las erecciones son mucho más fuertes e intensas, y siento mucho más placer con ella que antes.
Yo ahora tengo una relación de amor / odio con el anillo, pero en realidad me estoy adaptando al dolor cuando consigo una erección. Ahora me parece que el dolor ya no lo siento tan intenso como lo era al principio, lo que demuestra que mi cuerpo se está ajustando al anillo. Aún así, el dolor es suficiente para que evite masturbarme o ver porno.
Espero que todos ustedes hayan disfrutado de mi historia, y animo a todos aquellos aquí a probar el anillo Kali, aunque recuerden que se han de quitar para dormir pues las erecciones nocturnas son necesarias para el correcto funcionamento vascular del pene. Considero que es un dispositivo de castidad muy eficaz.